jueves, 6 de junio de 2013

DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO - CICLO C (09-06-13)


I.       RITO DE ENTRADA

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Vivimos en una sociedad donde no se respeta ni valora la vida. Los papas han denunciado,  muchas veces, la “cultura de muerte” que nos rodea. Incluso hay personas que no valoran suficientemente el don de la propia vida.
Las lecturas de este décimo domingo del tiempo ordinario, nos muestran a Dios haciendo triunfar la vida sobre la muerte. A partir de Jesús que es la “Resurrección y la vida” todo puede levantarse, resurgir, cobrar nueva vida.


1.     Antífona de entrada.   Sal 26, 1-2
El Señor es mi luz y mi salvación: ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida: ¿quién me hará temblar? Ellos, mis enemigos y adversarios tropiezan y caen.

2.     Acto penitencial
·      El que te escucha no verá jamás la muerte. Señor, ten piedad.
·      El que cree en ti, aunque haya muerto, vivirá. Cristo, ten piedad.
·      El que come tu cuerpo y bebe tu sangre, vivirá por ti. Señor, ten piedad.

3.     Gloria: Con alegría alabemos a Dios uno y trino, entonando el himno del gloria.

4.     Oración colecta
Oh Dios, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas y concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo.

II.     LITURGIA DE LA PALABRA

&  5. 1ra. lectura: del primer libro de los Reyes 17, 17-24

“En aquellos días, cayó enfermo el hijo de la dueña de la casa. La enfermedad era tan grave que se quedó sin respiración. Entonces la mujer dijo a Elías: “¿Qué tienes contra mí, hombre de Dios? ¿Has venido a mi casa a recordarme mis faltas y a causar la muerte de mi hijo?” Elías respondió: “Dame a tu hijo”. Y, tomándolo del regazo de la viuda, lo subió a la habitación donde él dormía y lo acostó en su cama. Luego invocó al Señor: “Señor, Dios mío, ¿también a esta viuda que me hospeda la vas a castigar, haciendo morir a su hijo?” Después se tendió tres veces sobre el niño, invocando al Señor; “Señor, Dios mío, que vuelva la vida de este niño a su cuerpo”. El Señor escuchó la súplica de Elías: y volvió la vida del niño a su cuerpo y revivió. Elías tomó al niño, lo bajó de la habitación de arriba al interior de la casa y lo entregó a su madre, diciendo. “Mira, tu hijo está vivo”. Entonces la mujer dijo a Elías: “Ahora sé que eres un hombre de Dios, y que la palabra del Señor está de verdad en tu boca”. Palabra de Dios. R. Te  alabamos, Señor.

&  6. Salmo responsorial: 29
R. “Te ensalzaré, Señor, porque me has librado”

·      Te ensalzaré, Señor, porque me has librado y no has dejado que mis enemigos se rían de mí. Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa. / R.
·      Toquen para el Señor, fieles suyos, den gracias a su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo. / R.
·      Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. / R.

&  7. 2da. Lectura: de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 1, 11-19     

Les hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es de origen humano; yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo. Han oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo: con qué violencia perseguía a la Iglesia de Dios y cómo superaba en el judaísmo a muchos compatriotas de mi generación, como partidario fanático de las tradiciones de mis antepasados. Pero, cuando aquel que me escogió desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia se dignó revelar a su Hijo en mí para que yo lo anunciara a los paganos, en seguida, sin pedir consejo a hombre alguno, ni subir a Jerusalén a ver a los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, y después volví a Damasco. Más tarde, pasados tres años, subí a Jerusalén para conocer a Pedro, y me quedé quince días con él. Pero no vi a ningún otro apóstol, excepto a Santiago, el pariente del Señor. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.

8. Aclamación antes del Evangelio: “Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo”.
&  9. Lectura del santo evangelio según san Lucas 7, 11-17

“En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naim, e iban con él sus discípulos y mucha gente. Cuando se acercaba a la entrada de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y mucha gente del pueblo la acompañaba. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella y le dijo: “No llores”. Se acercó al ataúd, lo tocó. Los que lo llevaban se detuvieron y Jesús dijo: “¡Muchacho, a ti te digo, levántate!” El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre. Todos, sobrecogidos, daban gloria a Dios, diciendo: “Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo”. La noticia del hecho se divulgó por toda la Judea y por toda la región vecina”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.

10. Profesión de fe: CREDO NICENO - CONSTANTINOPOLITANO

Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación  bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.

Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos  y la vida del mundo futuro. Amén.

11. Plegaria universal: A cada invocación respondemos: “Perdónanos, Padre, por el amor que nos tienes”.  
·      Por la Iglesia; para que los cristianos siguiendo el ejemplo de Jesús Maestro, sepan ofrecer con alegría a todos, la misericordia y el perdón. Roguemos al Señor.
·      Por los sacerdotes; para que tengan en su corazón los sentimientos de misericordia de Dios Padre y sepan anunciar las palabras salvíficas de Cristo. Roguemos al Señor.
·      Por los que luchan cada día contra la enfermedad y la muerte; para que sus esfuerzos se vean recompensados con la bendición de Dios. Roguemos al Señor. 
·      Por los que viven en el mundo de las drogas, la violencia y viven sin esperanza; para que descubran en sus vidas a Jesús, Camino, Verdad y Vida. Roguemos al Señor.
·      Por nosotros aquí reunidos como comunidad parroquial; para que imitando a Jesús, seamos en nuestros hogares y comunidades zonales fuente de esperanza y vida a través del amor. Roguemos al Señor.

III.    LITURGIA DE LA EUCARISTÍA

12. Oración sobre las ofrendas
Mira, complacido, Señor, nuestro humilde servicio, para que esta ofrenda te sea agradable y nos haga crecer en el amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

13. Antífona de comunión.                                                                         1 Jn 4, 16
Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él.  

14. Oración después de la comunión.

Padre de misericordia, que la fuerza curativa de tu Espíritu en este sacramento sane nuestras maldades y nos conduzca por el camino del bien. Por Jesucristo nuestro Señor.

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