I. RITO
DE ENTRADA
Algún día llega la hora en que el cristiano ha de
enfrentarse con la pregunta clave de su fe. ¿Quién es Jesús para mí? De esta
pregunta surge otra: ¿Quién es un auténtico seguidor de Jesús? Las lecturas de
este domingo doce del tiempo ordinario, responden a estos interrogantes.
El Señor es
fuerza para su pueblo, apoyo y salvación para su Ungido. Salva a tu pueblo y
bendice tu heredad; sé su pastor y llévalos siempre.
2.
Acto penitencial
ü Tú que no has
venido a condenar, sino a perdonar. Señor,
ten piedad.
ü Tú que has
dicho que hay gran fiesta en el cielo por un pecador que se arrepiente; Cristo, ten piedad.
ü Tú que perdonas
mucho a quien mucho ama; Señor, ten
piedad.
3.
Gloria: Después
de reconciliarnos con Dios y nuestros hermanos, alabemos con
júbilo a Dios uno y trino, entonando el himno del gloria.
4.
Oración colecta
Concédenos
vivir siempre, Señor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque jamás
dejas de dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor. Por
nuestro Señor Jesucristo.
II. LITURGIA
DE LA PALABRA
&
5. 1ra.
lectura: de la profecía de Zacarías 12, 10-11;13,1
“Así
dice el Señor: “Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de
Jerusalén un espíritu de gracia y de oración. Y mirarán hacia mí, a quien
traspasaron, harán duelo por él, como se llora a un hijo único, y llorarán
amargamente, como se llora a un primogénito. Aquel día, será grande el duelo en
Jerusalén, como el duelo de Hadad-Rimón en el valle de Meguido”. Aquel día, brotará una fuente
abierta para los descendientes de David y los habitantes de Jerusalén, para
lavar sus pecados e impurezas. Palabra
de Dios. R. Te alabamos, Señor.
&
6. Salmo
responsorial: 62
R.
“Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío”
· Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti como tierra reseca, sedienta, sin agua”. / R.
· ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu
gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. / R.
· Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote. Me saciaré
de manjares exquisitos, y mis labios te alabarán jubilosos. / R.
· Porque fuiste mi auxilio, y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene”. / R.
& 7. 2da.
Lectura: de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3, 26-29
“Hermanos: Todos ustedes son
hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Porque, habiendo sido bautizados en
Cristo, han quedado revestidos de Cristo. Ya no hay distinción entre judíos y
griegos, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos ustedes son uno en
Cristo Jesús. Y, si ustedes son de Cristo, son descendientes de Abraham y
herederos según la promesa”. Palabra de Dios. R. te alabamos, Señor.
8. Aclamación antes del Evangelio: “Mis
ovejas escuchan mi voz –dice el Señor-, y yo las conozco, y ellas me siguen”.
& 9. Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 18-24
“Una vez que Jesús estaba
orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: -“¿Quién dice la
gente que soy yo?” Ellos contestaron: -“Unos dicen que eres Juan el Bautista;
otros Elías; y otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos
profetas”. Él les preguntó: -Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Pedro tomó la
palabra y dijo: - “Tú eres el Mesías de Dios”. Él les prohibió terminantemente
decírselo a nadie. Y añadió: -“El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser
rechazado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y
resucitar al tercer día”. Y, dirigiéndose a todos, dijo: -“El que quiera
seguirme, que renuncie a sí mismo, cargue con su cruz cada día y me siga. Pues
el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí la
salvará”. Palabra del Señor. R. Gloria a ti, Señor Jesús.
10. Profesión
de fe: CREDO NICENO
- CONSTANTINOPOLITANO
Creo
en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo
lo visible y lo invisible.
Creo
en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue
hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.
Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas.
Creo
en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso
que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados.
Espero
la resurrección de los muertos y la vida
del mundo futuro. Amén.
11. Plegaria
universal: A cada invocación respondemos: “Consérvanos, Padre, en tu amor”.
Ø Por la Iglesia; para todos los bautizados tengan viva conciencia de ser
el Pueblo de Dios, que han recibido por ley: la caridad, como característica la
libertad de los hijos y como destino la resurrección y la vida en el Señor. Roguemos
al Señor.
Ø Por los cristianos dispersos por todo el mundo; para que los discípulos
de Jesús, mirando al Señor, comprendan
el valor espiritual de la donación de sí, y sobre su ejemplo encuentren la fortaleza para
realizar lo que es bueno a los ojos de Dios. Roguemos al Señor.
Ø Por los que están cansados y afligidos; para que asocien sus
sufrimientos a la pasión de Cristo en la cruz y encuentren motivos de confianza
y esperanza en su resurrección. Roguemos al Señor.
Ø Por los no creyentes; para que el ejemplo de la fe y la vida coherente
de los cristianos verdaderos, sea su estímulo en la búsqueda de Dios y de ayuda
para encontrar en Jesús el sentido pleno de la vida. Roguemos al Señor.
Ø Por nosotros aquí reunidos como comunidad
parroquial; para que seamos testigos del amor de Cristo en nuestros hogares y
comunidades zonales donde vivimos. Roguemos al Señor.
III.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
12. Oración
sobre las ofrendas
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y
alabanza, para que, purificados por su poder, te agrademos con la ofrenda de
nuestro amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
13. Antífona
de comunión. Sal
144, 15
Los ojos de todos te están aguardando, Señor; tú
les das la comida a su tiempo.
14. Oración
después de la comunión.
Renovados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
imploramos de tu bondad, Señor, que cuanto celebramos en cada eucaristía, sea
para nosotros prenda de salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario