I. RITO DE
ENTRADA
El domingo pasado se nos enseñó la importancia de
escuchar la Palabra de Dios y practicarla.
Este domingo dieciséis del tiempo ordinario es
casi, su continuación: el Señor se nos presenta como huésped que se acerca a
nosotros para regalarnos sus dones, de los cuales el primero es la palabra, su
mensaje, un nuevo estilo de vida.
1.
Antífona de entrada. Sal 53, 6.8
Dios es mi auxilio, el Señor sostiene
mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario dando gracias a tu nombre, que es
bueno.
2.
Acto penitencial
ü Tú que ofreciste
el perdón a Pedro arrepentido. Señor,
ten piedad.
ü Tú que prometiste
el paraíso al buen ladrón. Cristo, ten
piedad.
ü Tú que perdonas
a todo hombre que confía en tu misericordia. Señor, ten piedad.
3.
Gloria: Después de
reconciliarnos con Dios y nuestros hermanos, alabemos con alegría
a Dios, Uno y Trino, entonando el himno del gloria.
4.
Oración colecta
Muéstrate propicio con tus hijos,
Señor, y multiplica sobre ellos los dones de tu gracia, para que, encendidos de
fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el cumplimiento de tu ley. Por
nuestro Señor Jesucristo.
II. LITURGIA
DE LA PALABRA
&
5. 1ra.
lectura: del libro del Génesis 18, 1-10a
“En
aquellos días, el Señor se apareció a Abraham junto a la encina de Mambré,
mientras él estaba sentado a la puerta de su carpa, porque hacía calor. Alzó la
vista y vio a tres hombres en pie frente a él. Al verlos, corrió a su encuentro
desde la puerta de su carpa y, postrándose en tierra, dijo: “Señor, si he
alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo. Haré que traigan agua
para que se laven los pies y descansen junto al árbol. Mientras, traeré un
pedazo de pan para que recobren fuerzas antes de seguir, ya que han juzgado
oportuno pasar junto a su siervo”. Contestaron: “Está bien. Puedes hacer lo que
dijiste”. Abraham entró corriendo en la carpa donde estaba Sara y le dijo:
“Date prisa, toma tres medidas de flor de harina, amásala y haz unos panes”.
Luego fue corriendo donde estaba el ganado, escogió un ternero hermoso y se lo
dio a un criado para que lo guisase en seguida. Tomó también queso fresco,
leche, el ternero guisado y se lo sirvió. Mientras él estaba en pie bajo el
árbol, ellos comieron. Después le dijeron: “¿Dónde está Sara, tu mujer?”
Contestó: “Aquí, en la carpa”. Añadió uno: “Cuando vuelva a ti, pasado el
tiempo de su embarazo, Sara habrá tenido un hijo”. Palabra de Dios. R.
Te alabamos, Señor.
&
6. Salmo
responsorial: 14
R.
“Señor, ¿quién puede hospedarse en tu casa.”
· El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene
intenciones leales y no calumnia con su lengua”. / R.
· El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera
despreciable al impío y honra a los que temen al Señor. / R.
· El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente.
El que así obra nunca fallará. / R.
& 7. 2da.
Lectura: de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 24-28
“Hermanos: Me alegro de sufrir
por ustedes; así completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su
cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado ministro, asignándome
la tarea de anunciarles a ustedes su mensaje completo: el misterio que Dios ha
tenido escondido desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a su
pueblo santo. A este pueblo ha querido Dios dar a conocer la gloria y riqueza
que este misterio encierra para los paganos: es decir, que Cristo es para
ustedes la esperanza de la gloria. Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos
a todos, enseñamos a todos, con lo mejor que sabemos, para que todos alcancen
su madurez en Cristo”. Palabra de Dios.
R. te alabamos, Señor.
8. Aclamación antes del Evangelio: “Dichosos
los que con un corazón noble y generoso guardan la palabra de Dios y dan fruto
perseverando”.
& 9. Lectura del santo evangelio según san Lucas 10, 38-42
“En aquel tiempo, entró Jesús
en un pueblo, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Ésta tenía una
hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
En cambio, Marta, estaba atareada con todo el servicio de la casa; hasta que se
paró y dijo: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el
servicio? Dile que me ayude”. Pero el Señor le contestó: “Marta, Marta, andas inquieta
y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. Marta ha escogido la mejor
parte, y no se la quitarán”. Palabra
del Señor. R. Gloria a ti, Señor
Jesús.
10. Profesión
de fe: CREDO NICENO
- CONSTANTINOPOLITANO
Creo
en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo
lo visible y lo invisible.
Creo
en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de
todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue
hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su
reino no tendrá fin.
Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas.
Creo
en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso
que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados.
Espero
la resurrección de los muertos y la vida
del mundo futuro. Amén.
11. Plegaria
universal: A cada invocación respondemos: “Sé para nosotros, Señor, camino, verdad y vida”.
v Por la Iglesia;
para que sus pastores sepan acoger en sí la Palabra de Dios y luego proponerla
al mundo como valor supremo, que orienta la vida y la acción de las personas
hoy. Roguemos al Señor.
v Por los
católicos, que viven agitados como Marta; para que sepan siempre ser receptivos
al confrontarse con la Palabra de Dios y quieran acogerla y vivirla cada día. Roguemos al Señor.
v Por los migrantes; para que, acogiendo el testimonio de hospitalidad,
ofrecido por Marta y María a Jesús, encuentren personas dispuestas a ofrecerles
su amistad, su tiempo y ayuda necesaria Roguemos al Señor.
v Por los gobernantes de las naciones y autoridades de nuestro país; para
que procuren la necesaria convivencia de todos los ciudadanos en el respeto y
la estima mutua, buscando siempre el bien común. Roguemos al Señor.
v Por nosotros aquí reunidos como comunidad parroquial; para que a ejemplo
de María escuchemos atentamente la Palabra de Dios y la pongamos en práctica en
el servicio a los demás. Roguemos al Señor.
III.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
12. Oración
sobre las ofrendas
Oh Dios, que has llevado a la perfección del
sacrificio único los diferentes sacrificios de la antigua alianza, recibe y
santifica las ofrendas de tus fieles, como bendijiste la de Abel, para que la
oblación que ofrece cada uno de nosotros en honor de tu nombre, sirva para la
salvación de todos. Por Jesucristo nuestro Señor.
13. Antífona
de comunión. Sal
110, 4-5
Ha hecho maravillas memorables, el Señor es piadoso
y clemente: él da alimento a sus fieles.
14. Oración
después de la comunión.
Muéstrate propicio a tu pueblo, Señor, y a quienes
has iniciado en los misterios del reino concédeles abandonar el pecado y pasar
a una vida nueva. Por Jesucristo nuestro Señor.
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